La medicina tradicional trata  de atacar al virus; no piensa en el otro factor clave que es el huésped: nosotros y nuestros sistemas de defensas. La MI razona diferente: no bajo protocolos o procedimientos sino bajo el principio de analizar y pensar.
Si identificamos los grupos vulnerables podemos centrarnos en ellos. La población tarde o temprano va a tomar contacto con el nuevo germen. La gran mayoría con más o menos intensidad supera el cuadro casi de forma asintomática. Otros tendrán síntomas débiles que pasan de pie. Otro grupo tendrá fiebre, tos seca, postración, cansancio, necesitará cama sin necesidad de utilizar recursos de alta complejidad, en su casa o como mucho dada su edad o patologías de base oxigenoterapia y medicación base.

La Medicina Integrativa,  por su modo de abordar los problemas, no necesita ni tan siquiera identificar la etiología. Trabaja sobre los factores que la naturaleza ha  diseñado como instrumentos de defensa  frente a un germen, un tóxico o una célula degenerada. Primero limpia y drena. Después, se apoya al sistema inmune, facilitando que  los mecanismos milenarios de defensa actúen.

“Si nuestro sistema inmune es fuerte, nuestra salud es fuerte frente a agentes biológicos (virus, bacterias), frente a tóxicos medioambientales, frente a transformaciones celulares que pueden derivar en célula tumoral”

  1. Detoxificar y limpiar. Ayudar a los mecanismos habituales del cuerpo a eliminar factores que impiden que nuestras defensas avancen y actúen. Ayudar al hígado (hepatoprotección). Prevenir realizando una dieta adecuada: dieta antiinflamatoria.
  2. Apoyar al sistema inmune. Facilitando su capacidad oxidativa frente a agentes virales. Todo los productos antivirales que se conocen comenzando por dosis adecuadas de vitamina C, separada en el día, de alta calidad. Unos les valdrá oral, pero para otros necesitarán dosis farmacológicas endovenosas. Hay que tener experiencia clínica para ello. Usar la Ozonoterapia. Ya hay numerosos estudios en todo el mundo que están aplicando ozono medicinal especialmente en la forma más segura de sueros ozonizados. Se están realizando con datos alentadores estudios clínicos autorizados. Nuestro grupo participa en ellos debido a la experiencia acumulada y la formación adquirida.
    Numerosos sustancias naturales ofrecen apoyo al sistema inmune sin forzarlo sin crear efectos secundarios. Tenemos la experiencia y la capacidad para indicar y prescribir dichas sustancias como vitamina D3, zinc que mantenga una buena relación con cobre, betaglucanos, probióticos, regular el sueño…
  3. Reducir estrés, potencia la capacidad y defensa mental. Resilencia.Son numerosos los estudios que relacionan esta capacidad innata humana frente a la adversidad. Es una cualidad que posee todo el mundo y que necesitamos y necesitaremos potenciar. Volver a situarnos significa resilencia. Tener un adecuado estado de ánimo favorece al sistema inmune.