Testimonio de pacientes
Mi nombre es Rosa, mi madre es paciente de la clínica.
En mi familia estamos muy felices al ver cómo se encuentra mi madre hoy por hoy, pese a la gravedad de su diagnóstico. Esta mejoría en su calidad de vida, sin duda, la atribuimos en gran medida al tratamiento que está recibiendo en la clínica. En agradecimiento, me gustaría escribir un pequeño texto reflejando mi sentir y los beneficios que estamos observando en mi madre gracias a la MI. Si al leerlo os parece adecuado, podéis utilizarlo total o parcialmente como consideréis. Me encantaría poder contribuir, aunque sea un poquito, a que otros posibles pacientes conozcan mejor qué es la MI, y también a generar confianza alrededor de ella. Pienso que explicar nuestra experiencia con los tratamientos y con las técnicas que se utilizan, puede ayudar mucho a romper los tabús y los recelos que todavía existen. Las buenas prácticas, desarrolladas por buenos equipos de profesionales, producen experiencias personales muy reveladoras, y resultados muy satisfactorios en los pacientes, y es algo que merece mucho la pena dar a conocer, como vosotros ya sabéis. Principalmente porque, según mi experiencia, aún hay muchísimo desconocimiento en la calle sobre este tema, sobre todo, en ambientes socioculturales más desfavorecidos, que es de donde yo vengo. Los pacientes cogemos la MI, le quitamos la bata blanca y nos la llevamos a nuestro trabajo..., al curso que estamos estudiando en la universidad..., al café con los amigo/as... Damos a conocer el modelo, a través de nuestro testimonio, y somos nexo de unión entre los profesionales y la comunidad.
Rosa C.
No existen palabras para expresar nuestro agradecimiento por todos los cuidados, atenciones y cariño con los que habéis mimado a nuestra madre desde el día que llegamos a la clínica.
El apoyo, el acompañamiento y el trato con los que habéis obsequiado durante todo su proceso van mucho más allá de la simple asistencia médica y no es de extrañar que ella os nombrara siempre a todos con auténtico amor.
Aún sabiendo la difícil situación en la que se encontraba, nunca os conformasteis con que estuviera, también queríais que estuviera bien y para ello no escatimasteis en medios, recursos y atenciones.
Por todo ello y desde el corazón, infinitas gracias a todos vosotros: Dr. Tinao, Ayla, Alicia, Susana, Alejandra y todo el equipo de CMI.
Víctor Jesús y Eva Maria