La Enfermedad de Crohn  pertenece a un grupo de afecciones conocidas como enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Es un cuadro autoinmune que suele afectar a gente joven de origen actualmente desconocido y donde diferentes factores están implicados. Se trata de una afección crónica inflamatoria del tracto gastrointestinal. Los síntomas incluyen dolor abdominal con cólico, náuseas, fiebre, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga, y, a veces, sangrado rectal. Se diferencia de la colitis ulcerosa  (otra enfermedad inflamatoria intestinal) en que la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, pero la colitis ulcerosa está limitada generalmente al colon.  Aun así, la enfermedad de Crohn suele afectar al íleo terminal y donde comienza el colon.

Una tendencia genética junto a factores predisponentes ambientales, dietéticos e inmunes, desencadenan el proceso. el sistema inmune reconoce al intestino como extraño y lo destruye de forma progresiva. Normalmente el diagnóstico se consigue tras una colonoscopia con biopsia del intestino y/o una TAC/RM abdominal.

La medicina tradicional aborda el tratamiento de esta patológica con aminosalicilatos, corticosteroides, terapia inmunosupresoras y a veces necesita cirugía en los casos más complicados. Todos los procesos están  orientados a disminuir la inflamación anormal en el sistema gastrointestinal, tratamientos que palían la sintomatología pero que todavía no pueden ir al origen del problema.

Tratamiento de la enfermedad de Crohn desde la Medicina Integrativa

Como complemento del tratamiento convencional, la medicina integrativa ofrece nuevas alternativas de tratamiento en la enfermedad de Crohn. El paciente es evaluado de forma global y no sólo desde el plano intestinal. La dieta es esencial: una dieta anti-inflamatoria y una reducción de la disbiosis intestinal (desequilibrio de la flora y alteraciones en la estructura de la pared) mejoran las crisis, las desplazan en el tiempo.  No siempre se considera este instrumento en su valor de terapia. con ello se logra una mejor calidad de vida. Muchos pacientes presentan deficiencias de micronutrientes, les falta oligoelementos como magnesio o zinc, vitaminas que no se pueden absorber adecuadamente en un intestino de Crohn. Por eso utilizamos suplementación ortomolecular que sea por vía digestiva y muchas veces por vía venosa.

La homeopatía, la acupuntura y las técnicas de relajación como el yoga y la meditación junto a una terapia ortomolecular personalizada, han demostrado un control eficaz de la sintomatología y en la prevención de nuevos brotes. En Clínica Medicina Integrativa se realiza un diagnóstico que  comienza con el historial médico y familiar completo del paciente, y un examen físico. Los pacientes necesitan establecer una relación de confianza con el equipo médico, para así obtener los mejores resultados a largo plazo. Los objetivos básicos en el tratamiento son obtener la remisión de la sintomatología y una vez que eso se haya logrado, mantener la remisión. El abordaje integral desde cuatros campos fundamentales: suplementación nutricional, nutrición, medicina bioenergética y técnicas mente-cuerpo hace que el programa terapéutico establecido logre el mayor porcentaje de éxito.
Otro aspecto importante es controlar el estrés y los factores emotivos a los que están sometidos estos pacientes ya que la enfermedad de Crohn afecta prácticamente cada aspecto de la vida de una persona. Los brotes pueden estar asociados con situaciones o períodos estresantes y es importante dar al paciente las herramientas necesarias para que controle estos momentos. La Coherencia cardíaca, el yoga o la psicoterapia, pueden ayudar al control de la parte emocional de esta patología.

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