El Asma es una enfermedad inflamatoria crónica del árbol bronquial, que se caracteriza por tener una base alérgica en al mayoría de los pacientes. Se presenta con crisis de obstrucción bronquial y tos (dificultad para respirar, sensación de opresión en el pecho, hipersecreción de mucosidades). En casos más graves los síntomas pueden ser persistentes en el tiempo y las crisis recurrentes.

La génesis del Asma es multifactorial, eso quiere decir que no hay una sola causa reconocida como factor desencadenantes de la enfermedad. El paciente con asma presenta un conjunto de factores intercuerrentes.Habitualmente se encuentra un patrón hereditario en los pacientes que sufren Asma (familiares directos con Asma o alérgicos), pero otros factores pueden intervenir, entre ellos: factores ambientales (polución y tóxicos medioambientales, contacto con animales, cosméticos, aerosoles, frío o calor), hábitos inadecuados (tabaco, ambientes familiares, estrés..), exposición a agentes biológicos (virus, bacterias, hongos, ácaros, agentes florales … ), intolerancia a alimentos, etc. Todo ello lleva a una hiperreactividad del epitelio bronquial al que se le suman procesos inflamatorios de asociados en senos paranasales (sinutis) o vías respiratorias.

La gravedad del asma depende de varios factores. En primer lugar, la crisis obstructiva puede ser leve, moderada o severa. una crisis severa lleva a una broncoconstricción tal, que habitualmente requiere extrema medidas terapéuticas para manejarla. Como el asma es una enfermedad inflamatoria, es sumamente importante llevar un tratamiento que logre disminuir la inflamación en los bronquios y bronqiolos, y no solo tratar las crisis obstructivas.

Tratamiento del asma desde la medicina integrativa

En pacientes con asma leve, la tratamiento tradicional se basa en el uso de broncodilatadores durante las crisis obstructivas.  En casos de asma moderada o severa (persistente) se utiliza un tratamiento diario con corticoides inhalatorios que disminuyen la inflamación generada en las vías aéreas, que puede estar asociado a otros medicamentos broncodilatadores o mediadores de la repuesta alérgica en el cuerpo, dependiendo del caso y la severidad sintomática.

La medicina integrativa enfoca el asma como un cuadro inflamatorio global de expresión clínica en vías respiratorias. Eso supone una visión global y no únicamente desde el plano alergológico o neumológico. Se busca reducir el consumo de medicamentos, reducri su uso frecuente y reducir los que presentan más efectos secundario. Para ello hay una evaluación global, donde se valora es estado del sistema inmune, del aparato digestivo y del sistema hormonal. La calidad del sueño en los pacientes con asma puede disminuir debido a que son frecuentes las crisis asmáticas nocturnas.

El uso de terapia ortomolecular con omega 3, principalmente EPA, el picnogenol o los extractos de quercitina, la oligoterapia con magnesio, selenio o zinc, las vitaminas como D, E o C, todo ello a dosis adecuadas, permite que las crisis asmáticas sean cada vez menos frecuentes y menos graves. También las técnicas mente-cuerpo como el yoga terapéutico forman parte del programa terapéutico desde la medicina integrativa que se aplica para el tratamiento del asma.

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